La calidad del agua en el punto de mira del Plan Hidrológico

El XXV Salón Internacional del Agua y Medio Ambiente ha contado con una jornada en la que han participado el director general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica, Teodoro Estrela, y los presidentes de las Confederaciones Hidrográficas del Duero, Cantábrico, Guadiana, Tajo, Miño-Sil, Segura, Júcar, Guadalquivir y Ebro.

Dicha Jornada, bautizada como 'Los retos del agua en España', ha tratado temas tan necesarios como la mejora general en la gestión del agua, la adaptación al cambio climático o la preparación ante inundaciones. También se han debatido cuestiones sobre cómo alcanzar el buen estado ecológico de las masas de agua, así como la gestión sostenible del agua subterránea, la mejora hidromorfológica y la recuperación del tránsito sedimentario. En este sentido, Teodoro Estrela, subrayó que los instrumentos para afrontar los nuevos retos de la gestión del agua son los Planes Hidrológicos, los Planes de gestión de Inundación, y los Planes de Sequía.

En plena consulta pública de los Planes Hidrológicos 2022-2027, que se renovarán después de seis años vigentes, 'Los retos del agua en España' ha puesto de relevancia algunos aspectos claves que dichos proyectos deben reconocer y defender, especialmente aquellos que hacen referencia al cambio climático y la garantía de recursos y su sostenibilidad en un contexto de sequías.

El último Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana, que pronto alcanzará el fin de su validez desde que fuera aprobado en 2016, estuvo reglado por normas nacionales y comunitarias que configuran un procedimiento básico, y eminentemente común, para todos los Estados miembros de la Unión Europea. En este sentido, destacaran algunas de las medidas más notorias, como es el orden de preferencia entre diferentes usos y aprovechamientos del agua.

Así, de forma ordenada, quedaría dispuesta la preferencia para abastecimiento de población; usos industriales para producción de energía eléctrica; usos agropecuarios; usos industriales para la producción de energía eléctrica en centrales hidroeléctricas; acuicultura; usos recreativos y, finalmente, navegación y transporte acuático.

Además, también se estipulaba que "Entre distintos usos se preferirán aquéllos que garanticen las necesidades básicas para el consumo doméstico y las necesidades medioambientales para alcanzar el buen estado ecológico de las aguas", así como que "los usos para el desarrollo de actividades económicas se valorará en función de su sostenibilidad".

De cara al nuevo Plan Hidrológico del Guadiana, que debe ser revisado antes de que finalice este año 2021, en la Jornada 'Los retos del agua en España' se puso el punto de mira en alcanzar el buen estado de las masas de agua y de evitar su deterioro, algo en lo que el Ministerio para la Transición Ecológica ayudará trabajando en la culminación de los planes de depuración y saneamiento en todo el territorio español y avanzando en la resolución de la contaminación difusa para garantizar la seguridad del recurso hídrico.