Ocho años de compromiso con el desarrollo de la Cuenca Minera
Contenido ofrecido por Atalaya Mining
La mina de Riotinto impulsa iniciativas de formación, deportivas y culturales, sociales y ambientales mejorando la calidad de vida en su entorno
El compromiso de sostenibilidad de Atalaya Mining va mucho más allá de mantener el equilibrio empresarial y ambiental, con una actividad eficiente y a la vez respetuosa con su entorno. Además de preservar los valores naturales y mejorar sus indicadores, algo consustancial a la minería presente, Atalaya busca producir un impacto positivo en el entorno social más cercano a sus operaciones. Una actitud que es reflejo de su estrategia de sostenibilidad, que abarca seis ejes vertebradores como el Buen Gobierno y Transparencia, la Seguridad, las Personas, la Innovación, el Medio Ambiente y la Sociedad.
Es en este último pilar en el que se enmarca la misión de la Fundación Atalaya. Nació hace ocho años como entidad encargada de la acción social de la compañía minera. Así, se ha configurado como un actor referente en el impulso sociocultural de los municipios de la Cuenca Minera onubense.
La Fundación lleva a cabo iniciativas que van desde la formación laboral hasta el respaldo a actividades deportivas y culturales, el arreglo de caminos rurales o la rehabilitación de espacios verdes, abarcando así cuatro líneas de acción: Educación y Desarrollo Local, Apoyo Social, Cultura y Patrimonio, y Medio Ambiente, Salud y Deportes. Todo ello, con una inversión acumulada que sobrepasa los 4 millones de euros.
En el área de Desarrollo Local se han ejecutado iniciativas de calado como el Curso de Operador en Instalaciones Mineras, que beca a 20 personas desempleadas para mejorar su inserción laboral; o Riotinto Experience, el autobús turístico que recorrerá la mina en operación que viene a mejorar la ya notable oferta turística del Parque Minero de Riotinto. También se desarrollan otras iniciativas de formación para desempleados, prácticas universitarias, enseñanza de idiomas o mejoras de infraestructuras y espacios públicos.
Respecto al Apoyo Social, la Fundación ha cerrado alrededor de 40 colaboraciones anuales con asociaciones como AFA El Campillo, ASPROMIN o la Asociación Athenea, dedicadas al cuidado de personas dependientes; y ha respaldado la actividad de entidades sociales como la riotinteña Unidos por el Alto.
En el área de Medio Ambiente, Salud y Deportes, la Fundación combina iniciativas propias y colaboraciones con ayuntamientos y entidades locales de arraigo en el ámbito social, impulsando proyectos para la mejora del entorno natural y paisajístico, sin dejar de lado iniciativas orientadas a mejorar la salud y la calidad de vida de los vecinos de estos municipios.
Para ello, la Fundación ha colaborado en iniciativas como la rehabilitación del Paseo del Chocolate en Minas de Riotinto y respaldado la puesta en marcha del parque Riotintoland, un nuevo espacio de ocio para los niños que tiene el potencial de funcionar como atractivo turístico. En otros municipios como Nerva, El Campillo, Campofrío o La Granada de Riotinto se ha invertido por ejemplo en mejorar infraestructuras, incluyendo calles, plazas, elementos patrimoniales y las dedicadas a fomentar el deporte. Otro proyecto importante para la población local fue la financiación de la modernización de la red de saneamiento de aguas de Zalamea La Real.
Por último, el área de Cultura y Patrimonio está encargada de promover las manifestaciones artísticas locales, ayudando a las iniciativas de conservación y puesta en valor del patrimonio en la comarca. En este sentido, Fundación Atalaya ha ayudado a publicar más de 20 títulos literarios, promueve la celebración de la cabalgata de sus Majestades Los Reyes Magos en los principales núcleos de población y patrocina a numerosos artistas locales.
“Ayudar a mejorar la vida de la gente es un privilegio”
Jesús Caballos. Gerente de la Fundación Atalaya
–La Fundación impulsa iniciativas más allá de la actividad minera. ¿Por qué?
–La minería no se conforma con no afectar al entorno. Queremos tener un impacto positivo. La sostenibilidad económica, industrial y ambiental de la actividad debe tener un reflejo en la mejora de la calidad de vida de las personas del entorno. Nos sentimos parte de la comunidad, y tenemos las herramientas para ayudar a mejorarla. Así que lo hacemos.
–¿Qué visión estratégica tiene la compañía de su responsabilidad social?
–La sociedad actual demanda que las empresas seamos sostenibles. Y no solo la sociedad, también el mercado, porque las empresas sostenibles, como su propio nombre indica, son más fuertes y resistentes ante cualquier circunstancia. Y lo son porque se sostienen sobre una red de intereses comunes muy amplia, integrada en la sociedad. Por eso, ser parte de la vida de la gente, de los pueblos, no solo es importante, es un privilegio.
–¿Cómo encajan los proyectos turísticos iniciados últimamente?
–Uno de los objetivos que compartimos con nuestra comarca es el de impulsar actividades económicas paralelas a la minería, que favorezcan su desarrollo a largo plazo, aprovechando los recursos endógenos que atesora el territorio. La puesta en valor de Corta Atalaya o Riotinto Experience son productos de alto impacto; complementados con otras iniciativas que también contribuyen al objetivo de que el turismo se convierta en una actividad clave para la diversificación económica. Por ejemplo, Riotintoland, las cabañas rurales de Berrocal, los parques de caravanas de Nerva o de El Campillo, etc. etc.
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