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Enclavado en un valle entre montañas en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche se encuentra La Nava, un municipio rodeado por dos ríos que hacen que su clima sea agradable todo el año, un lugar único, donde historia, tradición, gastronomía y naturaleza son sus marcas de identidad.
Fundamental es dar un paseo por el tranquilo cauce de su Río Múrtiga oyendo el trinar e los ruiseñores que proporciona un sentimiento de bienestar y relajación. Sus calles, sus árboles y sus huertas son un auténtico baile de color, que se entremezcla con los olores y el gusto de una excepcional gastronomía, cuyo rey es el jamón, seguido muy de cerca por su jugosa carne de cerdo a la brasa. De postre no han de faltar sus afamados melocotones, que al baño maría pondrán el broche de oro a una degustación que permanecerá perenne en la memoria.
Y en esta experiencia sin igual no hay que dejar de lado los aromas que proporciona su rica naturaleza. El eucalipto, la jara, el tomillo, el poleo o el orégano son algunos de los olores más característicos de esta zona.
Por último, importantísimas son sus gentes. Su espíritu hospitalario, su forma de ser y de recibir al visitante convierten a La Nava en un rincón para perderse y al que seguro se querrá volver.
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