La Llave de Oro por una Copa
Centeno ganó la segunda Copa Pavón, pero las discrepancias con el fallo acabaron otorgando a Vallejo la segunda Llave de Oro del Cante, en 1926
Centeno ganó la segunda Copa Pavón, pero las discrepancias con el fallo acabaron otorgando a Vallejo la segunda Llave de Oro del Cante, en 1926
La primera Copa Pavón fue ganada por el cantaor sevillano Manuel Vallejo en 1925 y le abrió el influyente ambiente flamenco de Madrid
A El Comía se le pierde la pista tras unas actuaciones en Madrid en 1929, a donde se supone que había marchado para actuar y grabar un disco
Es escasa la información sobre Manuel Mora El Comía (1889-193…?) y hay que buscarla, sobre todo, en los periódicos de Huelva, donde se le reconocía como el decano de los cantaores
Los concursos de fandangos de los años 50 rescataron al fandango, activaron el flamenco en la programación radiofónica e impulsaron a nuevas figuras del cante
Los concursos de fandangos de la provincia de Huelva, convocados por Radio Nacional de España, fueron tomados por los aficionados como un rescate del cante propio
En 1951, los Almacenes Arcos y la emisora de Radio Nacional de España en Huelva convocaron el I Concurso de Fandangos, que supuso un hito sin precedentes para este cante popular
Después de triunfar en Andalucía, Fosforito el viejo se trasladó a vivir a Madrid, que era a finales del siglo XIX la capital donde se ganaba fama y dinero
Hoy recordamos a Francisco Lema Ullet, conocido en nuestro tiempo como “Fosforito el viejo”, (por diferenciarlo de Antonio Fernández Fosforito, llave de oro del cante
Instalado ya en Madrid con su familia, El Moreno de Paymogo no tuvo tiempo de seguir con su carrera artística: una enfermedad renal se lo llevó en apenas un mes
Fue valorado en su tiempo, en los años 50 y 60 del pasado siglo, como uno de los mejores intérpretes de los fandangos serranos
Carnicerito de Huelva fue uno de los mejores cantaores de saetas que se han conocido, según la opinión de quienes le escucharon
El capellán de Beas dudaba, en una carta de 1772, si los peregrinos de la romería de la Virgen de España iban por devoción o por la juerga que pasaban durante cuatro días en la ermita
José Carlos de Luna fue un gran aficionado y buen conocedor de los ambientes flamencos; sin embargo, en sus escritos no apreció las aportaciones huelvanas al fandango
La división cante grande-cante chico se ha ido matizando, por discurso del tiempo, atendiendo más a la ejecución de los intérpretes que a la mera división conceptual establecida
José Carlos de Luna fue uno de los escritores de flamenco más influyentes desde los años 20 a los 50 del pasado siglo
Su obra De cante grande y cante chico marcó opinión durante varias décadas
Historias del fandango:
Hay que partir del hecho de que el fandango, cuando era música de baile y jarana, fue duramente criticado
La Iglesia lo censuraba severamente y llegó a estar prohibido por las Ordenanzas Reales
La relación entre religiosidad y canto viene de antiguo: cristianos, musulmanes y judíos los han profesado y el flamenco ha seguido una tradición que es milenaria
El extraordinario origen del fandango, el "baile lascivo" del siglo XVIII
Antonio Mairena debió transigir en 1941 con las exigencias de la discográfica, que le impuso grabar fandangos en cuatro de sus discos
El pasado año se cumplió medio siglo de la muerte de Antonio Mairena, uno de los cantaores decisivos del flamenco en toda su historia, y con una particular relación con el cante de Huelva
Historias del fandango: “El fandango, próximo a lo flamenco”, según Blas Infante