Los peligros de la neurotecnología: podría ser utilizada para acceder a nuestros pensamientos

La relatora de Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad, Brian Nougrères, propone que se reconozcan "neuroderechos fundamentales".

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Neurotecnología
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Agencias

13 de marzo 2025 - 17:24

Ginebra/La neurotecnología evoluciona rápidamente y, si bien tiene un potencial prometedor en los campos de la medicina y la comunicación, entraña también grandes riesgos, porque podría ser la puerta de entrada a la esfera más privada del ser humano: sus pensamientos y procesos mentales.

Eso es lo que advierte la relatora de Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad, Brian Nougrères, que plantea que, ante tal amenaza, "el avance de las neurotecnologías requiere una respuesta regulatoria urgente" y propone que se reconozcan "neuroderechos fundamentales".

Al presentar al Consejo de Derechos Humanos su último informe, Nougrères recomendó en concreto que se establezcan los derechos a la "privacidad mental" como una forma de protección contra un acceso no autorizado a la información neuronal, así como a la "identidad personal", como forma de resguardar la integridad del ser emocional y cognitivo de cada persona.

Además, propuso desarrollar el neuroderecho al libre albedrío para garantizar que el individuo mantiene el pleno control de sus pensamientos y decisiones y a un acceso equitativo de los beneficios de los avances de la neurotecnología sin importar el estatus socioeconómico.

El valor de los neurodatos

La relatora uruguaya señaló en el foro de derechos humanos que en el centro de estas preocupaciones está el reconocimiento de que los neurodatos (información derivada directamente del sistema nervioso) es información personal extremadamente sensible.

"A diferencia de otras formas de información personal, los neurodatos pueden revelar no sólo la identidad del individuo, sino también sus emociones, pensamientos y patrones cognitivos", por lo que consideró que se requieren protecciones legales y éticas.

Nougrères sostuvo que la decodificación de la actividad cerebral puede llevar a una vigilancia no autorizada o a formas de coacción.

"Los gobiernos, corporaciones o actores maliciosos pueden explotar este acceso para influir en decisiones personales, comportamientos e ideologías, mermando la autonomía personal y la integridad mental", alertó.

Manipulación y neurodiscriminación

También apuntó al riesgo de manipulación en caso de que se utilicen tecnologías que creen opiniones, emociones o recuerdos de forma artificial.

Sostuvo que eso también creará una nueva forma de discriminación, que denominó neurodiscriminación.

En ese contexto, los empleadores podrían utilizar los neurodatos para evaluar las habilidades cognitivas, el estado emocional o las predisposiciones de una persona, lo que puede conducir a una contratación tendenciosa o a excluir injustificadamente a alguien de una oportunidad laboral.

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