Alfredo Kraus, morir de amor

El cantante lírico canario, fallecido en 1999, no pudo sobrevivir a la muerte de su esposa año y medio antes, tal como se ha relatado en 'Imprescindibles'

Plácido Domingo en Sevilla | Crítica: El ocaso (dorado) de los dioses

Plácido Domingo : "Nunca abusé de nadie, lo repetiré mientras viva"

Alfredo Kraus y su esposa, Rosa Blanca Ley-Byrd
Alfredo Kraus y su esposa, Rosa Blanca Ley-Byrd / EFE
Francisco Andrés Gallardo

18 de febrero 2025 - 08:19

En la ópera la pasión y la tragedia conviven en cada aria memorable. El amor y el desamor en sinfonía. Una pasión en los escenarios que contagiaba toda la vida de una de las grandes voces líricas de todos los tiempos, el canario Alfredo Kraus, marcada por el amor y la trágica muerte de su esposa, Rosa Blanca Ley-Bird. El documental Imprescindibles de este pasado domingo en La 2 relató la biografía del artista y su devoción a su esposa que jalonó su carrera junto a las experiencia vital junto a ella. El documental biográfico Kraus, el último romántico, disponible en RTVE Play, brinda una mirada íntima a una estrella de la ópera con su faceta no sólo de tenor magistral, sino también como esposa y padre de sus cuatro hijos.

Alfredo Kraus Trujillo nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1927 y aunque tuvo dudas de sí mismo sobre su valía y vocación, es uno de los grandes intérpretes líricos del siglo XX junto a otras figuras de nuestro país como Montserrat Caballé, José Carreras y Plácido Domingo. Fue alabado por su técnica impecable junto a su capacidad interpretativa para dar altura a papeles complicados en la escena operística.

En 1960 el artista que comenzaba a despuntar internacionalmente, tras haber sido animado de forma decisiva durante el servicio militar por un suboficial que era docente de conservatorio, se casó con una paisana de Las Palmas, Rosa Blanca Ley-Bird. Un amor que se convertirá en el eje de su vida en lo personal y en lo profesional. La esposa del tenor se convertía en musa y además su mejor y más sincera asesora. A su lado en todo momento y apoyo incondicional en los momentos de crisis. Con su familia viajaron por todo el mundo. Pudieron estar cerca en todo momento de sus cuatro hijos para que se formaran con todo lo que necesitaban y requerían. Kraus pudo llevar adelante su carrera y una vida personal plena gracias al esfuerzo de su esposa.

La duquesa de Alba y su segundo marido, Jesús Aguirre, charlan con Kraus y su esposa, después de una interpetración de este
La duquesa de Alba y su segundo marido, Jesús Aguirre, charlan con Kraus y su esposa, después de una interpetración de este

Los éxitos en los escenarios y en la repercusión de sus grabaciones convirtieron al canario en uno de los nombres más demandados de los principales treatros, como una personalidad querida y reconocida por el gran público, atendiendo a los medios y mostrando una proximidad que valoraba el espectador medio.

La familia de Kraus respaldaba iniciativas de los hijos como la carrera artística de una de las hijas, Patricia, que llegó a representar a España en Eurovisión en 1987, con una calidad musical a la que no le acompañó el resultado en el certamen.

El principal auditorio de Las Palmas está rotulado en honor de su más ilustre cantate.

El matrimonio Kraus vivió su trágico momento en 1997 cuando Rosa falleció en el domicilio familiar a las afueras de Madrid por un tumor cerebral. Habían sido meses de pesar e impotencia. El tenor había mantenido siempre una capacidad de superación en todos los aspectos durante décadas pero a raíz de la muerte de Rosa Blanca entró en una profunda depresión. Durante más de un año no hizo apariciones públicas y en ningún momento pudo sobreponerse a la pérdida de su esposa. Tal como aparece en Imprescindibles sus amigos y familiares relatan esos durísimos meses de hundimiento. De hecho, tras la muerte de su esposa, Kraus mantuvo la técnica y la capacidad vocal, pero nunca pudo recuperar la brillantez y emoción en sus interpretaciones.

El intérprete lírico Alfredo Kraus
El intérprete lírico Alfredo Kraus / EFE

El intérprete atendió sus compromisos en los escenarios tras la muerte de su mujer pero parecía ausente, había perdido la vocación y el sentido de su vida. Kraus murió de amor. Falleció en 1999, dos años después de la pérdida de su mujer, lleno de tristeza. Detrás del divo estaba el hombre, la persona corriente, afectado por una pérdida irreparable, de ahí el título de ese documental, Kraus, el último romántico, como ejemplo de la vitalidad del amor, de la tragedia y del apoyo necesario de cada artista en su universo personal. Cantar y vivir en una melodía existencial.

stats