El desparpajo de Inés Hernand, siempre sincera
La presentadora se ha visto envuelta en la polémica por distintos motivos y soltó una perla que ha pasado desapercibida en los premios Iris
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Los premios Iris que concede la Academia de Televisión continúan entregándose sin que ninguna cadena emita la gala de entrega, que todavía tenemos que seguir a través de YouTube, con los consiguientes riesgos de que el wifi nos juegue una mala pasada en la conexión.
Y nos queremos referir a Inés Hernand, una comunicadora (así habrá que llamarla) de carrera ascendente, a quien pudimos ver compartiendo programa con Mercedes Milá en La 1 y en el Benidorm Fest de la pasada semana, por citar dos de sus actividades recientes vinculadas a la televisión pública. Hernand se ha visto envuelta en la polémica por desabrigarse en una fiesta de Benidorm rindiendo homenaje al Ay, mamá de Rigoberta Bandini tras las galas donde hizo alarde de soltura ante sus sorprendidas compañeras.
E Inés, decíamos, también se encargó de llevar a cabo la alfombra con la llegada de candidatos e invitados de los Iris en una emisión on line que se prolongó por espacio de dos horas.
El día era gélido. Los exteriores del teatro donde se desarrolló la ceremonia padecían temperaturas muy bajas en Madrid, como corresponde al mes de enero. Y ella, cansada como estaba de realizar tanta entrevista (sin conocer muy bien el curriculum de las personas a las que se dirigía, como quedó demostrado en algunos casos) decidió ir acabando con una frase lapidaria: “tengo el coño helao”. (En el video de la retransmisión, para buscarlo, en 1 hora y 42 minutos)
No sé cómo les sonaría a ustedes, al público soberano que la ve, al que la vio en directo y a los académicos que por motivo de aforo no pudieron estar presentes y siguieron el evento plácidamente desde casa. No faltarán semióticos que argumentarán que lo que hice Hernand fue un alarde de sororidad, una autoafirmación de su persona, o sencillamente se trató de esa exclamación que muchos empleamos (y me incluyo) cuando no aguantamos más y nos queremos marchar de un sitio: ‘estoy hasta los mismísimos’.
Sea como fuere, anotada queda como otro momentazo incorrecto del año. Porque aunque no fuese emitido en una cadena televisiva con solera, el desliz cuenta, vaya si cuenta.
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