El drama de Fernando Díaz de la Guardia un año después de sufrir una parálisis facial

Mejora poco a poco

El presentador ha recordado en su regreso a la televisión el peor año de su vida. “Dejé de comer sin ayuda y no podía dormir en la cama”, asegura

Fernando Díaz de la Guardia, una leve mejoría dentro de la gravedad de la parálisis facial

Los problemas de Fernando Díaz de la Guardia para poder responder a las muestras de aprecio

Fernando Díaz de la Guardia ha recordado cómo ha sido el peor año de su vida tras sufrir una parálisis facial. / MEDIASET
Juan José Gardón

28 de enero 2025 - 11:50

La vida de Fernando Díaz de la Guardia cambió para siempre el día de Reyes del 2024. Hace algo más de un año el presentador granadino recibía un regalo inesperado en forma de parálisis facial. El periodista, que ha visitado el plató de Fiesta, estaba con sus hijos abriendo los regalos de los Reyes Magos cuando notó que algo no iba bien.

“Se me empezó a caer media cara, me miré al espejo y vi que tenía el ojo abierto, no podía parpadear, y la boca caída. La tarde antes, en la cabalgata, mi hijo notó que yo no parpadeaba por el ojo derecho y a la mañana siguiente fue cuando me desperté con la cara así y con mucho dolor en la parte de la nuca”, ha relatado.

El primer diagnóstico médico fue un ictus, pero tras explorar bien la dolencia los facultativos se dieron cuenta de que se trataba de una parálisis fácil de origen vírico. Las molestias que provocaba la parálisis no le dejaban descansar. “No podía ni dormir en la cama, estuve durante días durmiendo en una silla porque no podía soportar el dolor que me provocaba cualquier roce en la zona de la nuca”, ha contado.    

Fernando ha explicado que el origen de la parálisis fue una reactivación del virus de la varicela. “Me atacó al nervio facial que es el que controla los músculos de los ojos y de la boca. Dejé de poder comer sin ayuda e incluso no podía cerrar el ojo sin ayudarme de las manos”, ha señalado.

El que fuera presentador de Cuatro al día sabía que su vida no iba a volver a ser como antes. “Yo llevo un año así, he mejorado mucho y ha habido evolución. Durante todo este camino me he dado cuenta de que eso de ‘lo que sucede conviene’ no es así, esto no conviene a nadie para nada, pero hay que saber adaptarse”, ha declarado.

El granadino, que está inmerso en un largo proceso de recuperación, ha reconocido que nunca perdió las ganas de vivir. Tras aparecer con gafas en el plató, Fernando ha decidido mostrar su rostro actual al público. “A veces el monstruo me hablaba al oído y me decía que lo dejara todo, que no siguiera luchando, pero no lo podía permitir. Estoy viviendo mejor, más conscientemente. El amor propio es una forma de generosidad con el otro, cuando tú te quieres los demás te ven bien. Esta es ahora mi cara”, ha afirmado.    

Fernando ha recibido una visita muy especial. Su compañera, Verónica Dulanto, con la que coincidió en Cuatro al día, no quería dejar pasar la oportunidad de darle un abrazo. "Cuando me enteré de que él iba a ser mi compañero en Cuatro al día le llamé por teléfono, sin conocerle, y ahí en esa primera llamada ya noté que la química entre nosotros iba ser instantánea. Pero qué poco nos duró la alegría, solo pudimos estar juntos cuatro meses”, ha comentado.

El comunicador ha agradecido la visita de su compañera, con la que no ha perdido el contacto durante el último año. “Verónica es una persona maravillosa. Esta mujer que está aquí me ha hablado todos y cada uno de los días desde que me pasó esto. Ella sabía que a mí no me gustaba escucharme por teléfono porque mi forma de hablar había cambiado, así que para no hacerme pasar por ese mal trago me escribía”, ha recordado.

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