Cómo el Festival de Málaga ha ayudado al programa 'Días de cine'

Salvado por la campana. Las retransmisiones futbolísticas de los viernes han estado a punto de dar al traste con la edición del espacio Días de cine de la semana próxima, que no es una semana cualquiera. El programa del 21 de marzo tenía que estar dedicado casi de forma monográfica a informar sobre todo lo visto en Málaga, una agenda inabarcable con 43 películas en sección oficial, sumando las que compiten y las que no.

Tras haber levantado la entrega, primó la cordura y los responsables de la televisión pública decidieron que el programa se emita como telonero de la gala de clausura. Así pues, el sábado 22 de marzo podremos asistir a las siete de la tarde a una edición especial de Días de cine, y a continuación a la entrega de premios y de Biznagas, en directo, desde el Teatro Cervantes de Málaga.

No es buena cosa que los programas culturales se vayan arrinconando como si no sirviesen para mucho. Miren dónde ha acabado Curioseando, a la una de la madrugada de los miércoles, allá donde sus cifras de audiencia no molestan a la hora de registrar la cuota de pantalla total de la jornada.

Otro tanto le ha ocurrido a El condensador de fluzo, que fue trasladado a las ocho de la tarde de los sábados pero que ha vuelto a las nueve. Pero por no hablar de la mudanza más flagrante, la de Culturas 2, que se emite al mediodía, de lunes a jueves, a las 11.45 de la mañana. Aunque peor suerte corren esos programas que desaparecen de la noche a la mañana sin que nadie certifique su muerte, caso de Un país para leerlo, al que se ha dado la puntilla en su tercer años de vida.

Días de cine, un programa valioso y de prestigio para una cadena pública, que cumple 34 años el próximo mes de octubre, debería ser una espacio mimado por los programadores.