Muere el señor Roper, el tipo más cutre de la televisión de lo 70
Brian Murphy encarnó al casero de 'Un hombre en casa' del que pasó a tener su serie propia con su 'amada' Mildred, a cargo de la malogrado Yootha Joyce
Muere la protagonista de la primera serie de éxito que emitió Telecinco
La telecomedia Un hombre en casa reunía a las generaciones de adultos en los 70, un gran éxito de la BBC que llegó a España de refilón, para llenar el hueco que dejaba el primer programa de entrevistas de Mercedes Milá, 2x2, en la Primera Cadena allá por abril del 78, en los primeros meses de la democracia. En verdad el gran fichaje era su compañera, Isabel Tenaille, la presentadora de moda en la transición, y le pusieron una compañera 'más periodista' para hacer las preguntas al alimón. Pero, claro, Mercedes devoró a quien tenía al lado. Fernando García Tola tres años después daría su oportunidad televisiva a Carmen Maura.
Pero como deciamos, 2x2, en directo, cuando daba miedo hacer programas sin retardo por si las pancartas, estaba previsto durante hora y media, de nueve y media a once, que por entonces parecía muchísimo tiempo. Asi que para la media hora restante se recurrió a una serie de la ITV, de la productora Thames, Un hombre en casa. Con Richard O'Sullivan en el papel de Robin, como profeta de Hugh Grant, soltero ligón que compartía piso con una morena (Paula Wilcox) y una rubia (Sally Thomsett), una pragmática y una ingenua, cada uno de los tres con sus intenciones de salir adelante y pasarlo bien. En nuestro Aquí no hay quien viva tuvimo al portero Emilio y a las golfas, asediadas por su casera, doña Concha. En Un hombre en casa el casero cascarrabias, pasota, cínico y cutre era el 'encantador' señor Roper. Sin él Un hombre en casa no hubiera tenido ni un cuarto de gracia. Y menos sin la réplica en su propio hogar de su abnegada esposa, una víctima cercana más, Mildred, a cargo de Yootha Joyce, que nunca quiso verse en la televisión con aquel personaje con el que se reía todo el planeta, sufriendo continuamente de vergüenza ajena y asombrada de las meteduras de pata de su santo esposo.
A las pocas semanas, en el verano del 78, Un hombre en casa se ventiló la popularidad que se esperaba de 2x2 y los espectadores aguardaban los martes por la noche las entrevistas de la Milá a la espera de ver qué pasaba con los tres solteros y el vetusto matrimonio de costumbres británicas de carácter espartano, herederos de la posguerra. La comedia pasó a mejor horario y a continuació se programó su lógica secuela, que tendría aún más éxito, una serie para Los Roper, George & Mildred, que se emitió tanto en horario de noche en sobremesa. Que conste que en aquellas escuetas parrilla de TVE había que esperar una semana para ver la siguiente entrega de veinte minutos de esta telecomedia que era la favorita de la gente.
Venía todo esto para decir que ha fallecido este martes, a los 92 añosa, el actor británico Brian Murphy, marcado para siempre por el desgarbado casero al que le añadió su piel transparente de inglés autárquico, bigote pelirrojo y pelambrera frágil. Le doblaba para los espectadores españoles el pintor Rafael de Penagos, capaz de todos los registros y tal vez la mejor voz que se le podía regalar al cínico Roper.
Murphy tenía todo el paralelismo vital con su personaje. Había nacido en 1932 por lo que en la serie era un cincuentón pasado por todas las penurias en aquellas historietas del apartamento y su casero. Pero tras su aspecto de comediante inesperado traía un bagaje de más de 30 años sobre los escenarios, formando parte de una compañía experimental, Theatre Workshop , formación que tenía la vocación de llevar la alta cultura a las masas. Desde el teatro tuvo incursiones en el cine hasta que con edad avanzada, para entonces, y sin esperarlo, le llegó su oportunidad como el gruñón Roper que en su serie propia, Los Roper, pasaba a un mejor barrio haciéndole la vida imposible al joven matrimonio con hijo vivaracho que tenían en el pareado adjunto. La serie se acabó antes de tiempo por el fallecimiento de Yootha Joyce, a los 53 años por una cirrosis, se había abandonado al alcohol en pleno éxito popular. Lo último que rodó fue una película sobre la pareja. A su lado en sus últimos días en el hospital estuvo su marido en la ficción, su marido para el resto del mundo, el siempre bondadoso Murphy (sí, por supuesto, los defectos de George Roper eran opuestos a él mismo, buen actor forjado en la cantera).
Con el cariño del público, pero sin repetir el mismo fenómeno, apareció en Holby City, The Catherine Tate Show, o la serie inglesa Benidorm. En el teatro mantuvo su labor y en especial en títulos de comedia. Junto a su esposa, Linda Regan, intervino en 2023 en el podcast Barmy Dale, su última aparición.
También te puede interesar
Lo último