Renée Zellweger rompe esquemas al revelar qué hizo durante su 'destierro' de Hollywood

La cuarta entrega de El diario de Bridget Jones recupera a la heroína británica de comportamiento disperso con la que se identifican millones de espectadoras por sus dudas y su vulnerabilidad. Comedia en estado puro, muy british, a cargo de una texana de origen suizo, Renée Zellweger. La actriz, a punto de cumplir 56 años, está a la espera del estreno de las nuevas vicisitudes de su productora junto a Colin Firth y Hugh Grant. Ya con dos niños grandecitos, Loca por él es el título añadido de la historia en la que la protagonista encuentra un imprevisto romance en un joven de 29 años. He aquí el tráiler.

Zellweger ha aparecido en el número de febrero de Vogue USA donde entre otras confesiones revela qué sucedidó durante su retiro temporal de los escenarios y pantalla. En plena popularidad después de premiados trabajos como Chicago o Cold Mountain (Óscar a la mejor actriz de reparto en 2004), decidió hacer un parón de 2010 a 2016, cuando regresó a las carteleras con la entrega del bebé de Bridget Jones, el papel que le reportó que fuera conocida en todo el mundo.

Hace quince años, cuando entraba en su década de los 40, la actriz decidió apartarse de Hollywood. Ha reconocido que el "agotamiento personal" le obligaba a parar, Dejar a un lado proyectos que no le aportaban nada en ese momento. Todo le parecía repetitvo. "Estaba harta del sonido de mi propia voz", ha admitido la querida intérprete, dotada para la comedia y el drama y que puede conjugar en una escena, como sólo lo hacen las grandes actrices.

Renée Zellweger, que entonces era pareja de Bradley Cooper, necesitaba "reconectar con su propia vida". Es decir, vivir situaciones cotidianas, tener las preocupaciones habituales de cualquiera y no estar pensando en qué ponerse en las siguientes alfombras rojas del trimestre. No era tanto quedarse de brazos cruzados y ver pasar la vida sino afianzar su estudios de Derecho Internacional, escribir y componer. Seguir siendo actriz y creadora, pero sin presiones de horarios. En esos seis años está orgullosa de haber construido su casa, de haber adoptado animales y disfrutado de su compañía y, ya en el plano profesional, fundar un productora audiovisual para proyectos personales e independientes. Fueron en teoría seis años de paréntesis de estrellato pero que fueron muy productivos, en una decisiva edad cuando se llega a la madurez de los 40, que han dejando de tener aquella pátina de ser invisible de cara a los productores para un actriz. También experimentó algún retoque estético que causó su polémica.

En ese regreso tras Bridget Jones's Baby, la texana había crecido y madurado. Como Judy Garland, en Judy, su Óscar a la mejor actriz en 2020 fue un respaldo sin fisuras a su labor interpretativa. La pausa no fue parar, fue tomar un impulso necesario, como ahora desvela Zellweger, sentirse "sana en lo físico y mental".