El síndrome Chicote, cierra el primer ganador de 'Batalla de restaurantes'

Un año después de participor en el programa de Alberto Chicote Batalla de restaurantes, su primer ganardor, el restaurante Ciclo, en Cádiz, cierra sus puertas. En el otro espacio con la gastronomía como eje con el chef de La Sexta, Pesadilla en la cocina, es habitual que muchos de los locales en pleno naufragio no salgan adelante pese al asesoramiento del equipo del formato. Ni la nueva decoración ni un remozado de la carta y de la forma de trabajar suelene ser suficientes para propietarios que llevan años sin una correcta orientación. No es el caso de alguien como Luis Callealta, el propietario de Ciclo, tal como se comprobó en la primera 'batalla' de este programa el 1 de febrero del pasado año. Aquel primer ganador del nuevo programa se formó en el triestrellado Aponiente, de El Puerto, del chef Ángel León.

Así fue la primera impresión de la visita a Ciclo de los rivales en Batalla de restaurantes.

Ciclo lo regentaba junto a su mujer, Rocío Maña, cerca del Ayuntmaiento gaditano en la plaza San Juan de Dios, en la calle Sopranis, y hay un nuevo proyecto tras este restaurante de alta cocina, revisión de los guisos de la provincia, que fue abierto en 2020 y que formaba parte de los Bib Gourmand de la pujante capital gaditana dentro de la Guía Michlein. Es hora de un nuevo ciclo, tal como han expresado a la hora de clausurar esta etapa, agradeciendo el respaldo de clientela, amigos y proveedores.

Esta primera victoria en la Batalla a cargo de Luis (Luiti) Callealta fue destacada, pero desde el primer momento hacía entrever que si en una ciudad de guasa y empaque como Cádiz el mal ambiente y recelos mutuos estallaba de inmediato, en otras localidades la cosa iba a ir a peor, como así ha sido en este formato de Chicote.

Los cuatro locales de Cádiz y la Bahía que participaron para competir por la calidad especialmente del atún rojo fueron el mencionado Ciclo; Burlesque, local de fusión francesa con andaluza, de Ramon Barberi; Puerto Mío, en la avenida de la Bajamar de El Puerto de Santa María, a cargo de María Florencia Centeno; y Villanos Bistró Canalla, en el Paseo Marítimo de Cádiz, de Juan Pedro Medina.

Entre Juan Pedro y Ramón saltaron las chispas en todo momento, mientras que María Florencia quedaba fuera, para ofuscación de ella, por falta de preparación. Quedó para la historia el camarero del local portuense que entendía que la ventresca era un pescado que se llamaba así. En estos vídeos, un par de piques entre los propiestarios de Burlesque y Villanos.

El programa estrenaba su mecánica, tras visitarse mutuamente, cada participante evaluaba al rival en espacio, precio, cocina, comida, plato temático o servicio del cero al diez. Una caja de bombas en sí que termina de estallar del todo en la puesta en común final (que en el programa de Cádiz fue en las bodegas VORS de Osborne, en El Puerto). Chicote se reserva siempre la última palabra, dando un vuelco en ocasiones. La clasificación final fue Ciclo; Villanos Bistró Canalla, Burlesque y Puerto Mío.