Otra vez el efecto Chicote no funciona, cierra El Callejón, el bar de Algeciras de 'Pesadilla en la cocina'

Alberto Chicote y su plato de puntillitas en El Callejón de Algeciras
Alberto Chicote y su plato de puntillitas en El Callejón de Algeciras
F.A.Gallardo

18 de febrero 2025 - 12:05

El bar El Callejón, situado en la barriada de San José Artesano en Algeciras, ha cerrado sus puertas. Es otro de los establecimientos de Pesadilla en la cocina que no han pasado el corte tras su rehabilitación y cambiar la carta. El efecto Chicote no puede cuando los establecimientos están marcados por una gestión discutible. En este caso su propietario llegó a quejarse de la imagen dada en La Sexta y que el programa estaba guionizado.

El Callejón apareció en la octava temporada de Pesadilla, en el año 2022. Fue abierto en 2015 por el joven David Piña con la intención de dar trabajo a su madre, Tere, quien se encargaría de la cocina y que se convertía en la pesadilla del programa por su carácter y su enfrentamiento con Chicote. No admite críticas. El ambiente laboral estaba especialmente tenso por la personalidad de Tere. La situación económica del local era delicada lo que negó Piña tras la aparición del polémico programa de su bar.

La madre del propietario de El Callejón, de Algeciras
La madre del propietario de El Callejón, de Algeciras

Alberto Chicote llegó a Algeciras a finales de 2021, cuando se grabó, con la misión de salvar El Callejón. Su entrada en el local fue marcada por una tensa bienvenida, especialmente por parte de Tere, quien derrochó toda su actitud hostil hacia quien venía a cambiar los hábitos de trabajo. La cocina presentaba serios problemas de higiene, con cucarachas y una acumulación significativa de grasa, lo que fue discutido por el dueño por ser promovido por el programa. El menú del bar algecireño era básico, centrado en tapas y platos de fritura, que no l mar, pero no destacaba por su calidad o innovación.

Chicote trató de implementar cambios drásticos tanto en la carta como en la gestión del local. Propuso eliminar tanto frito, lo que no fue bien recibido por el propietario. La hiabutal reforma del local modernizaba el aspecto, pero Piña también cuestionó el resultado y la calidad. Habló de la experiencia con el sentimiento de sentirse manipulado por el programa.

Tras Pesadilla, según su propietario, no mejoró su situación de El Callejón, sino que se vio perjudicado por la mala publicidad y quiso denunciar al programa. Tres años después se ha cerrado el bar.

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