Una infructosa clase de manualidades en la Plaza de La Merced

Huelva/Plaza de toros de Huelva 

FICHA TÉCNICA

GANADERÍA: Novillos por orden de salida de Macandro, Prieto de la Cal, Villamarta, Marcelino Acosta, Chamaco, y Manuel Ángel Millares. 

ACTUANTES: Mirian Cabas: oreja. José Maria Rosado: saludos. Guillermo Luna: vuelta tras aviso. Agustín de Antonio: oreja tras aviso. Julio Méndez: dos orejas tras aviso. Jaime Padilla: palmas tras aviso.

INCIDENCIAS: Media plaza larga de entrada. Minuto de silencio al romper el paseíllo en memoria de los fallecidos Pepe Luis Vázquez y Paco Camino. 

CRÓNICA

Plastilina del chino. Se apelmaza rápido y se hace tediosa trabajarla. Más, si no tienes idea de como es esa plastilina y además no sabes modelar, peor.

Me sabe la tarde de ayer, a plastilina del chino. Apelmazada por el juego incompleto de los erales y los pocos argumentos que tuvieron los actuantes salvo la honrosa excepción del extremeño Julio Méndez o lo que pudo lograr Guillermo Luna con el mejor toreo de capote de toda la tarde y lo mal modelada que le quedó la suerte suprema. 

En general, novilleros sin resolver para las dificultades que sacaron en la lidia los erales. Uno además, Prieto de la Cal, con bravura y fijeza se fue sin aprovechar, y del sexto, de los Millares, me queda casi la misma sensación.

Cuando el tendido repiquetea en ese murmullo constante en el ruedo está pasando poca cosa.

Plastilina del chino difícil de modelar para quien no tiene facultades de hacerlo. Así que a la crónica le queda la sensación que quien a la postre se llevó la Puerta Grande por oficio, ganas y determinación fue el justo triunfador de un festejo porque vino en novillero, estuvo en novillero, se fue en novillero y además sabe modelar la plastilina del chino. 

Estuvo muy bien el chaval de Badajoz entendiendo las condiciones de un novillo violentito, sin recorrido y esperando. 

Esa mezcla es la que le sacó a La Merced los mejores estímulos para creerse un festejo que tuvo también las connotaciones de poder y lucimiento que el triguereño GuillermoLuna en enseñó ese recibo capotero de mucha enjundia al eral de Villamarta aunque éste se le vino a menos en el transcurso de una faena que cobró sus últimos pulsos en una serie más pegada a tablas que tuvo apresto. La espada es para no contarlo porque se llevó por delante lo que el triguereño había hecho con anterioridad.

Mereció mejor trato ese albahío de la Ruiza en manos del rondeño José María Rosado. Faena de muchos enganchones, poca confianza y menos ambición. Los tres o cuatro muletazos que le salieron con templanza y aplomo no dan para hacer faena de mérito.

Solventó con dignidad el trance del primero de la tarde Mirian Cabas. Voluntariosa frente a una embestida rebrincada que no llegó a ser continua en el juego del eral de Macandro. La estocada, rotunda y de verdad tiró sin puntilla. Eso suma puntos. 

Agustín de Antonio se estrelló con un novillo complicado de meter en la muleta porque no quería embestir y Jaime Padilla terminó sobrepasado por un novillo de Millares con el que le faltó mando y verdad para urdir una faena que se deslabazó sin remedio para terminar descarrilando.