Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
El salón es una de las estancias de nuestra casa en la que más tiempo pasamos. A pesar de que es una zona pensada para la convivencia, ya sea de los miembros de la casa o para estar con los invitados, el salón es una parte del hogar muy íntima. Es cierto que el dormitorio siempre es la zona que reservamos para nosotros mismos y cuidamos con más celo, pero el salón, con independencia de lo concurrido que esté, es un fiel reflejo de lo que somos. Por eso, aunque no reserve nuestra intimidad como lo hace nuestro dormitorio, saca a relucir nuestra parte más íntima.
El modo en el que está decorado nuestro salón, las fotografías que cuelgan en sus paredes y los libros que ocupan sus estanterías dicen mucho de nosotros, aunque nunca hayamos reparado en ello. Por eso, además de buscar una decoración funcional, ya que pasamos mucho tiempo en esta estancia, siempre apostamos por darle un toque muy personal que haga que nuestro salón sea único e irrepetible.
Si ya has sucumbido a la necesidad de darle un cambio de aires a tu hogar para que todo sea más zen, si ya has sacado tu lado más manitas y has empezado a transformar tus viejos muebles y si ya te sabes al dedillo todas las recomendaciones de decoración de las cuentas más top de Instagram, es el momento de que pases al siguiente nivel y le des ese toque personal a tu salón, esta vez, con conocimiento de causa. Sólo necesitas tener en cuenta una serie de claves y luego ver cuál es el estilo que más se asemeja a tu personalidad. Te proponemos cinco estilos diferentes para que descubras cuál se asemeja más al tuyo.
Antes de empezar con los cambios de la decoración del salón, hay que tener en cuenta algos aspectos clave que nos van a ayudar a conseguir mejores resultados.
Teniendo en cuenta estas claves, que son comunes a todos los salones, sólo queda conocer los cinco estilos de salón que te proponemos para que fiches el que más te guste y apuestes por darle a tu salón ese toque personal.
Empezamos por una propuesta clásica, que si bien no resulta muy atrevida, siempre es un acierto. Para este tipo de salón proponemos los tonos pastel como protagonistas y ciertos aires de influencia barroca, pero sin resultar excesiva. Los muebles tienen mucho peso en este tipo de decoración, siendo de aspecto baste sobrio pero con tapizados algo más ornamentales.
Los tejidos, al igual que los muebles, tienen mucho empaque, siendo el terciopelo uno de los referentes. La porcelana, los jarrones, los candelabros, los cuadros con marcos y los espejos juegan un papel fundamental en este tipo de decoración.
Se trata de un estilo minimalista en el que predominan los colores claros o neutros, aunque a veces se aporte alguna nota de color (siempre en tonos pasteles para no romper la estética). En un salón de estilo nórdico predominan los elementos naturales, como los muebles hechos de madera y los tejidos en lino o algodón.
Todo es sencillo en este tipo de salón, en el que los elementos decorativos se mueven entre las flores y lo geométrico, pero siempre de forma muy sencilla. La armonía se consigue apostando por elementos sencillos, sin artificios y de líneas rectas.
El estilo boho es ideal para los más alegres, ya que los colores llamativos son los absolutos protagonistas. Pero siempre dentro de un orden y una armonía. Las paredes son blancas para que los colores de los muebles y elementos decorativos destaquen. Los colores llamativos se mezclan con lo vintage y lo moderno, para crear distintas texturas y volúmenes. Entre los motivos textiles más habituales están la flores y los estampados tropicales, además de elementos étnicos.
El hierro, acero, hormigón y madera son los elementos principales que debe incluir la decoración de un salón de estilo industrial. Para causar mayor efecto, esos elementos se pueden combinar con piezas oxidadas, lámparas antiguas y muebles desgastados. Es importante generar una sensación de orden absoluto, ya que este tipo de decoración es demasiado seria.
Como la madera es un elemento decorativo muy importante en estos salones, puedes utilizar palés, cajas antiguas, bancos o estanterías para darle un toque más auténtico. Los colores más destacados son los negros, grises y marrones y, en ocasiones, algún pequeño detalle en rojo. Los elementos relacionados con los oficios van de miedo en este tipo de salón.
Se trata de un estilo basado en el movimiento artístico Pop Art que, lleno de colorido, utiliza temas y técnicas basados en dibujos de la cultura popular. Predominan los colores fuertes y vistosos como fucsias, turquesas, verdes o naranjas, que deben ser combinados con especial cuidado para no caer en la estridencia. Apuesta por un par de colores y juega con la geometría. Son importantes las rayas gruesas, los círculos y los triángulos. Además, las láminas y pósteres son un elemento representativo que también puedes añadir a este tipo de decoración.
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