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El cuidado de la piel, sobre todo la de la cara, es un factor clave a la hora de mantener un aspecto saludable y prevenir los efectos del envejecimiento. Para ello, es fundamental establecer una serie de rutinas que, adaptadas a las necesidades de nuestra piel, nos ayuden mantenerla sana, hidratada y con un aspecto fresco.
Si la higiene facial cobra especial relevancia, ya que es el primer paso que debemos seguir a la hora de cuidar nuestra piel, no hay que dejar a un lado (o prestarle menor atención) a aspectos como la nutrición, el antienvejecimiento o la prevención de manchas.
Con el paso de los años, nuestra piel tiene nuevas necesidades y por eso es importante adaptar la rutina de cuidados. Aunque no hay dos pieles iguales y tenemos claro que todas las rutinas deben adaptarse a nuestras propias necesidades, a partir delos 40 es habitual que aparezcan necesidades comunes, como las manchas, las arrugas y líneas de expresión, la pérdida de tono y los primeros signos de flacidez.
Por eso, establecer una rutina de belleza específica a partir de los 40 es clave. Hemos hablado con la experta en dermocosmética y farmacéutica Rocío Escalante y nos ha dado las pautas sobre cuál es la mejor rutina de belleza a partir de los 40.
"Es normal que a partir de los 40, además de las líneas de expresión y las arrugas, la piel del rostro presente manchas, más o menos visibles, según cómo te hayas protegido del sol. También es habitual que la piel empiece a mostrar los primeros signos de la flacidez", asegura Escalante. La experta establece dos causas para la flacidez, la pérdida cada vez más acentuada del colágeno y la elastina provocan que la piel del rostro vaya perdiendo el aspecto terso de su juventud.
Aunque estos no son los únicos signos que empiezan a aparecer llegados los 40. "Hay otros problemas que también preocupan a partir de los 40, como la pérdida de la luminosidad e imperfecciones, como el poro dilatado o una textura irregular", expone Escalante. En ese sentido, la experta en dermocosmética invita a seguir una rutina específica de cuidados a partir de los 40, aunque, según la experta, "lo ideal es personalizar siempre los cuidados, teniendo en cuenta el estado de la piel".
Tanto por la mañana como por la noche. Es importante ser muy constantes con la rutina de cuidados y limpiar la piel por la mañana, para eliminar los restos de los tratamientos aplicados por la noche, así como el sudor y toxinas que acumula piel, y por la noche, para eliminar el maquillaje, la contaminación y los restos de cosméticos como los protectores solares. "Hay que elegir productos adecuados para cada tipo de piel: grasa, mixta, con acné, sensible... Acabar la limpieza con un tónico es también esencial, sobre todo, en pieles muy sensibles, para equilibrar", aconseja Escalante.
"Al menos una vez a la semana es bueno realizar una exfoliación o una limpieza más profunda, con la ayuda de cepillos de limpieza o productos especiales. Los que suelo recomendar son Citriate Home Peeling System, de Neostrata, o el pack de limpieza profunda L'Osmoclean, de Institut Esthederm", nos aconseja Rocío Escalante. La limpieza y la exfoliación son dos pasos muy importantes a cualquier edad, pero más a partir de los 40, porque nos ayudarán a recuperar la luminosidad, mantener el poro limpio y visiblemente más cerradoc.
Aunque no son indispensables, a partir de los 40 son muy recomendables. Los sueros tienen una mayor concentración de activos y por eso ayudarán a cuidar las pieles maduras, retrasando su envejecimiento. "Recomiendo utilizar un sérum antioxidante por la mañana, para que nos proteja de los radicales libres, que provocan la oxidación y por lo tanto el envejecimiento de la piel. Además, según el tipo de piel, se pueden añadir otros sueros, bien por la mañana, bien por la noche. Un despigmentante, en caso de manchas o uno hidrante para aumentar la hidratación en las pieles secas" nos cuenta Escalante.
Utilizar protección solas es necesaria siempre y, más a partir de los 40, si queremos evitar las manchas, que tanto envejecen. La protección solar es esencial a diario, con independencia de la estación del año en la que nos encontremos. "Podemos adaptarla a cada momento. Si estamos en el exterior, es mejor elegir cremas solares con protección solar alta y reaplicar cada dos horas. Si estamos en el interior, podemos usar fotomaquillaje o una crema con filtro solar", recomienda la experta en dermocosmética.
"Por la noche hay que elegir los mejores activos según la necesidad de nuestra piel. Mientras dormimos la piel se regenera, pero la renovación celular se ralentiza con la edad. Por eso es importante elegir cremas y productos con activos renovadores. Es el momento de utilizar retinol, ácido glicólico y otros alfa hidroxiácidos", nos cuenta la experta.
Para potenciar los resultados de las cremas, podemos introducir la nutricosmética. Los suplementos alimenticios antiedad ayudan a frenar el envejecimiento desde dentro. "Deben ser siempre un complemento a nuestra dieta, a las cremas y a un estilo de vida saludable", nos recuerda Escalante.
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