Pilar Cernuda
¿Llegará Sánchez al final de la legislatura?
El salón es la parte de la casa en la que mayor tiempo pasamos. Ya sea para disfrutar de una buena película después de una jornada de trabajo o para disfrutar de una agradable lectura en la tarde de un sábado, el salón es la estancia de nuestro hogar en la que más tiempo pasamos. Por eso, la decoración por la que optemos a la hora de darle nuestro toque personal es clave. A la hora de optar por determinados elementos ornamentales nuestra personalidad juega un papel muy importante, ya que las ideas de estilo por las que nos decantemos serán un reflejo de lo que somos.
Además de las fotografía y cuadros con los que decoramos el salón hay muchos más elementos que pueden ayudarnos a conseguir una estancia con mucha personalidad. La cortinas, los cojines, una alfombra y hasta una lámpara tienen el don de transformar por completo el salón. Aunque hay salones que no son aptos para todo tipo de decoración. O al menos eso pensábamos (también creíamos que un salón no podía convertirse en zona de trabajo y aquí estamos).
Hay una extendida creencia que afirma que, mientras más grande sea nuestro salón, mayores serán las posibilidades de decoración. Ésta no sólo es una afirmación completamente errónea, sino que no guarda ninguna relación con las bases estéticas y funcionales de la decoración del hogar.
Tener un salón pequeño puede resultar un problema, eso es indudable. Sobre todo si disponemos de demasiados elementos en nuestra estancia y ni sabemos cómo almacenarlos ni nos permiten sacarle todo el partido a nuestro salón.
Actualmente hay múltiples tiendas de decoración que, por un precio económico, nos ofrecen la posibilidad de renovar el aspecto de casa (por si fuera poco, ahora a Zara Home le sale Mango como principal competidor), pero si no tenemos claro cómo ganarle espacio a nuestro salón, de poco sirve. Teniendo en cuenta las necesidades básicas de un salón y las posibilidades que ofrecen algunos trucos de estilo, hemos preparado una lista de ideas de decoración para que un salón pequeño parezca más grande y puedas sacarle todo su partido.
El sofá es el elemento central de cualquier salón. Además de cómodo (eso es esencial), el sofá debe cumplir una serie de condiciones si queremos que su presencia en nuestro salón no lo haga más pequeño todavía. El mejor truco para ganar visualmente esos metros con nuestro sofá es apostar por una pieza que no tenga los brazos gruesos, sus respaldares sean altos y, lo más fundamental, que no roce el suelo (unas patas altas son la mejor opción).
Todos los salones disponen de una mesa central que, más que decorativo, resulta ser un elemento fundamental para nuestro día a día. Si tu salón es pequeño, apuesta por ganar espacio recurriendo a mesas redondas y algo más bajas que el sofá para dar sensación de amplitud al tener a la vista todos los elementos que componen el salón. El efecto visual es mucho mayor con las mesas redondas que con las cuadradas o rectangulares.
Las otomanas parecen un simple elemento decorativo más y pueden tener un papel fundamental en la decoración. Sobre todo en la de un salón pequeño. Además de ser útiles como mesas auxiliares o lugares sobre los que sentarse, las otomanas, si recurrimos a unas más altas de lo habitual, pueden crear la sensación de amplitud por su verticalidad.
¿Quién ha dicho que las alfombras no tienen cabida en los salones pequeños? Además de poder formar parte de la decoración de un salón de pocos metros, las alfombras pueden ser aliadas a la hora de crear el efecto óptico de amplitud. Para ello, olvídate de las alfombras de pequeño tamaño y apuesta por una XXL. Una alfombra de gran tamaño hará que nuestro cerebro asocie su magnitud a la del salón, mientras que, si apostamos por una alfombra pequeña, nuestra mente tenderá a delimitar el salón en base a sus dimensiones.
Cuando una estancia es pequeña recomendamos recurrir a colores claros que potencien la luminosidad y den la sensación de amplitud. En el caso de un salón pequeño, además, aconsejamos recurrir a un elemento (o varios) de gran tamaño y que sean de un color claro para iluminar un rincón concreto de la estancia. Es preferible que dicho elemento sea de gran tamaño y vertical, aunque si apostamos por un sofá de color claro también lo habremos conseguido.
Que los espejos son los mejores aliados en lo que a decoración se refiere no es un secreto. Recomendamos apostar por ello a la hora de hacer más luminosa una estancia (colocándolos frente a un punto de luz, como puede ser una lámpara o una ventana), pero también aconsejamos su uso para hacer más grande (visualmente) un salón. Coloca un espejo frente a una venta y habrás conseguido un salón mucho más profundo.
Las líneas verticales ejercen de punto de fuga en cualquier espacio, por lo que el ojo tiende a seguirlas, dejando a un lado las proporciones reales de la estancia. Las lámparas verticales no sólo tienen ese poder, también resultan ser muy buenas aliadas porque ocupan un menor espacio. Evita utilizar lámparas de pantalla, ya que rompen ese efecto de verticalidad y tienden a recargar el espacio.
Colocadas de manera vertical, las láminas ejercen una influencia positiva en nuestro salón a la hora de ganar espacio. La verticalidad de las láminas invita al ojo a seguir el recorrido natural de esa dirección. De esta manera, no sólo estaremos aportando un elemento decorativo original a nuestro salón, también estaremos engañando al ojo, que creerá que las dimensiones de nuestro salón son mucho mayores que las reales. No sobrecargues la estancia con cuadros y láminas, apuesta por diseños minimalistas y colócalos siempre en la misma pared.
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