Torre Odiel, el rascacielos para el Muelle de Levante descartado en 2012

La torre de arquitectura icónica que se propone ahora en la transformación del Muelle de Levante no es original. Hace once años que el arquitecto onubense José Álvarez Checa proyectó otra en el proyecto de renovación del mismo espacio portuario. Su trabajo entonces, Dike2, ganó el concurso de ideas organizado en 2010 por el Puerto y el Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva, y en él destacaba como referente para el conjunto la Torre Odiel, una construcción de 110 metros de altura y 33 pisos. Un año después de hacerse público, la entonces presidenta de la Autoridad Portuaria de Huelva, Manuela de Paz, descartó su ejecución por falta de inversión privada.

La propuesta de Checa preveía levantar la torre sobre la lámina de agua de la ría, en el extremo norte del frontal portuario, frente al centro de ocio Aqualon. Preveía para ello un complejo sistema de pilotaje a 30 metros de profundidad, con 33 plantas en altura, una en subsuelo y un último piso practicable.

Como en la solución actual aportada por la Oficina Técnica de Gestión del Muelle de Levante, la bautizada por Checa como Torre Odiel contemplaba un uso multifuncional, que incluía un hotel en varios de los pisos, más oficinas y un observatorio en la última planta. A ello aportaba también el arquitecto onubense, repartidos en distintos pisos, aparcamientos, la sede de la Autoridad Portuaria de Huelva, las dependencias de diferentes delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía, y un helipuerto en la azotea.

La ejecución de Torre Odiel se supeditó desde el Puerto a la colaboración público-privada y se priorizó entonces la ejecución de otros proyectos dentro del Muelle, como la nueva lonja. “Esa propuesta que hizo Álvarez Checa es interesante, innovadora y bonita, pero no está dentro del proyecto que queremos hacer ahí ni con el dinero presupuestado”, manifestó Manuela de Paz en 2012 para descartar su consideración en el desarrollo del nuevo Muelle de Levante.

El proyecto de Checa podía haber sido uno de los edificios más altos de Andalucía pero tuvo que superar también el estigma dejado antes por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava en Huelva y su rascacielos presentado a bombo y platillo en diciembre de 2007 para la nueva estación del AVE. Pero ni esa gran torre se llegó a proyectar realmente, ni la estación que la acompañaba. Ni el tren de alta velocidad ha llegado aún a Huelva ni se sabe cuándo podrá llegar (si llega), 15 años después.

La espectacular torre, con maqueta incluida, traída a Huelva por Calatrava de la mano de la entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, tenía una altura de 353 metros de altura, que la habría convertido en una de las más altas de Europa en caso de haberse ejecutado. Y sólo trascendió, entre espectaculares imágenes y promesas, que ese espacio sería ocupado por un hotel.

En junio de 2010 se conocía que Adif había descartado ese proyecto por no hacer frente al elevado caché de Calatrava. Aunque también las condiciones económicas pesaron para tampoco ejecutar el proyecto de estación ganado en concurso en 2011 por el arquitecto cordobés Rafael De La-Hoz: los 50 millones de euros en los que se aventuraba su construcción parecían ser demasiados para la nueva estación de trenes de Huelva.

Ahora la nueva propuesta para el Muelle de Levante, pendiente de definir en un proyecto, busca de nuevo un referente arquitectónico como valor añadido a la transformación urbana que se realizará. Sólo el tiempo dirá el recorrido que tiene esa torre panorámica.