Esta semana comienza a instalarse el nuevo acelerador lineal

Sanidad

Se espera que el equipo pueda estar operativo a finales de año tras pasar un período de pruebas de tres meses y que el Consejo de Seguridad Nuclear dé el visto bueno

Uno de los aceleradores ya instalados en Andalucía, como consecuencia del convenio con la Fundación Amancio Ortega.
Uno de los aceleradores ya instalados en Andalucía, como consecuencia del convenio con la Fundación Amancio Ortega. / H.I.
Enrique Morán

04 de julio 2019 - 06:00

Huelva/Durante el próximo fin de semana se instalará el nuevo acelerador lineal de electrones (ALE) en el Hospital Juan Ramón Jiménez, según ha podido saber este periódico. Se trata del equipo que le corresponde a la provincia como resultado del convenio que en su momento firmaran la Fundación Amancio Ortega y la Consejería de Salud y que está valorado en dos millones de euros. A raíz de ese convenio, a la comunidad andaluza le correspondían 25 aceleradores de los que uno ha venido a Huelva. Ese acuerdo también incluye la puesta a punto del otro de los aceleradores con los que cuenta el centro onubense.

Tal y como ya se ha anunció, se trata de un equipo dotado con la tecnología más puntera y de los que ya están funcionando algunos equipos en otros hospitales de la comunidad.Permitirá hacer todas las técnicas de tratamiento disponibles hoy en día incluidas algunas de radiocirugía. La instalación no es un tema baladí. Requiere realizarse un buen número de pruebas que garanticen la seguridad tanto de los pacientes como de los trabajadores.

De este modo, se confía en que el dispositivo pueda entrar en servicio a finales de año, tal y como desde un principio, fueron las previsiones del hospital onubense. También se entiende que esas pruebas de verificación deben prolongarse durante un plazo de tres meses. Todo lo que se haga en ese sentido, ha de ser verificado en las visitas que realicen los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que en estos tiempos, se encuentran ciertamente saturados de trabajo dando respuesta a las necesidades que, entre otras cosas, están surgiendo por los equipamientos donados por la Fundación Amancio Ortega y que llegan a todas las regiones del país.

Especialistas del Juan Ramón Jiménez indicaron que la precisión del equipo es tal que las sesiones pueden prolongarse durante tan solo un minuto sin que el paciente perciba nada y además, con una mayor precisión adonde llega la radiación con lo que es muy probable que sean necesarias menos radiaciones.

Según los datos del propio hospital, más de un millar de pacientes pasan todos los años por las sesiones de radioterapia.La cifra total de sesiones gira en torno a las 20.000. La cifra es más o menos estable desde hace ya una década si bien las estimaciones del SAS es que con el nuevo equipo, el número de sesiones pueda incrementarse en un 10%.

Antes de que llegara el nuevo acelerador, el Juan Ramón Jiménez ha debido realizar trabajos de adecuación que concluyeron el mes pasado.

De este modo, ha sido necesaria una obra de adaptación del búnker para particularizarlo a las características del nuevo acelerador lineal, y se ha aprovechado para realizar un proyecto de humanización del entorno de tratamiento del paciente, como ya se hizo en otra sala. La obra ha tenido una inversión de 240.000 euros.

El proceso de instalación del acelerador requiere de la realización de ajustes, calibraciones, establecimiento del estado de referencia y la puesta en marcha de las técnicas de tratamiento e imagen que se incorporarán a la cartera de servicios. Las pruebas serán realizadas por el propio Servicio de Radiofísica.

Hasta que esta nueva prestación se haga realidad, el hospital dispone de un acelerador lineal. Por ello, durante todo este proceso se han tomado las medidas organizativas oportunas para garantizar los tratamientos de los pacientes en la unidad de tratamiento disponible. Estas medidas han acarreado la ampliación de turnos y la realización de tareas de control de calidad y verificaciones fuera de los horarios destinados a pacientes.

Además, la actualización del acelerador, que se hizo en 2017 junto con las inversiones en dosimetría en 2018, han permitido desde su instalación ir incorporando mejoras clínicas como el hipofraccionamiento moderado o el boost integrado. Con estas técnicas se reduce el número de sesiones que deben recibir los pacientes en su tratamiento, en algunos casos desde 37 sesiones a 20 sesiones, ganando en comodidad del paciente, en control de la enfermedad y en un uso eficiente de la tecnología, que está permitiendo asumir la totalidad de los tratamientos que antes se hacían en dos máquinas en una sola unidad de tratamiento.

Uno de los TAC del Juan Ramón Jiménez.
Uno de los TAC del Juan Ramón Jiménez.

Los hospitales renuevan 4 TAC y el Juan Ramón añade uno más

El Servicio Andaluz de Salud tiene previsto que para principios de año, se pongan en marcha los nuevos cinco TAC con los que se va a dotar a la provincia, gracias a que el tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía (Tarcja) levantara la suspensión cautelar de la compra de los dispositivos de diagnóstico, después de desestimar el recurso de una empresa tecnológica (Althea Healthcare), planteado contra el anuncio y el pliego de las cláusulas de la adjudicación.

De los 68 escáner a nivel de toda Andalucía, 57 servirán para renovar el parque tecnológico de los centros sanitarios y 11 son de nueva adquisición. La licitación de los citados equipos de TAC costará a las arcas andaluzas 41,8 millones de euros, poco más de lo que dedica la Junta anualmente a la bonificación de las matrículas universitarias.

Según informó la Delegación Territorial de Salud, del reparto a Huelva le corresponden cinco que tendrán los siguientes destinos: 3 al Juan Ramón Jiménez, 2 al Infanta Elena y 1 a Riotinto. Tal y como ya se ha señalado, la mayor parte de los nuevos TAC son para renovar la flota y eso mismo sucede en Huelva. De esos 5 solo 1, que se va a instalar en el Juan Ramón Jiménez, supone que este hospital verá incrementada su dotación.

La Delegación de Salud añadió que los nuevos equipamientos tendrán la capacidad de ofrecer nuevas prestaciones.

La renovación de los TAC se veía más que necesaria. Basta con decir que su edad es de 25 años con lo que no han sido hechos aislados, las averías que han ido padeciendo estos últimos años. En 2018, hubo momentos en que tanto algunos TAC del Infanta como los del Juan Ramón estaban fuera de servicio. La situación hizo que algunos de los usuarios del Infanta tuvieran que desplazarse hasta el otro centro sanitario para poder someterse a esta prueba de radiodiagnóstico.

Según los datos facilitados por los hospitales onubenses, entre ambos se realizan más de 50.000 cada año habiendo una pequeña porción que aún son derivados a la Sanidad concertada. Aún así, estas pruebas no alcanzan el 10% del total de exploraciones que han llevado a cabo los servicios de Radiodiagnóstico del Juan Ramón Jiménez y del Infanta. Si echamos un vistazo a la actividad que se llevaba a cabo hace una década, se comprobará que se hacía aproximadamente, la mitad de pruebas de TAC.

La Consejería de Salud y Familias explicó que ese montante de 41,8 millones de euros será abonado a lo largo de los presupuestos de ocho ejercicios, que es el periodo previsto para la ejecución del contrato. En las cuentas de 2019 se asumirá muy poco” ya que los seis meses en los que ha estado suspendido el contrato retrasarán su ejecución, para cuya formalización restan aún diversos trámites administrativos. De este modo se entiende que la llegada de los nuevos equipamientos no será inmediata.

Los centros hospitalarios de Andalucía disponen en la actualidad de aproximadamente 100 equipamientos de TAC. Los informes de la patronal de estos dispositivos de diagnóstico por imagen apuntan a la obsolescencia del parque tecnológico de los centros andaluces, un factor que el anterior Gobierno pretendió revertir con la compra de estos 68 nuevos TAC.

La principal ventaja de esta renovación se centra en la reducción de la huella de energía que se acumula en los tejidos y órganos de las personas expuestas a repetidas pruebas mediante radiaciones.

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